Sigmund Freud, el famoso psicoanalista, consideraba que la soledad era una parte importante de nuestra existencia. Para él, la soledad era necesaria para el desarrollo personal y el crecimiento interior.
Freud afirmó que podemos aprender mucho acerca de nosotros mismos cuando estamos solos. Podemos tener tiempo para reflexionar sobre nuestras vidas y pensamientos sin ser interrumpidos por otras personas. El aislamiento es un buen momento para conocerse a sí mismo mejor.
De acuerdo con Freud, la soledad puede ser beneficiosa si se usa adecuadamente y no se supera un umbral demasiado alto en la cantidad de tiempo pasado solo. La clave para obtener los resultados positivos es encontrar el equilibrio entre la interacción social y el aislamiento.
Freud sugería que debemos encontrar formas saludables de abordar las emociones negativas que surgen durante los períodos prolongados de soledad como ansiedad o depresión. Establecer límites realistas sobre cuánto tiempo pasar solo ayuda a evitar estas emociones negativas.
Para Sigmund Freud, encontrar significado en la vida requiere apreciar la importancia del procesamiento individual, incluso en medio de relaciones externas saludables. Se trata de aprender a disfrutar del silencio, descubrir nuevos intereses e idear ideas innovadoras sin distracciones externas.
Sigmund Freud fue uno de los principales fundadores de la psicoanálisis moderna. Su teoría sobre el estudio del desarrollo humano es relevante hasta el día de hoy, especialmente cuando se trata de entender el concepto de soledad. Según Freud, la soledad puede ser un resultado directo o indirecto del proceso natural que llevamos a cabo para obtener nuestra independencia y formar identidades individuales.Freud creía que todos experimentamos cierto grado de soledad, pero algunas personas la sienten más profundamente que otras. Esta sensación puede surgir como resultado del miedo a las relaciones, ya sea porque no confiamos en nosotros mismos para relacionarnos exitosamente con otros o porque tememos la vulnerabilidad involucrada en exponer nuestras necesidades emocionales. Además, también podemos sentirnos solitarios si pensamos que nuestras necesidades emocionales nunca serán satisfechas por los demás.
Según Freud, la soledad también puede manifestarse como un desacuerdo con lo que consideramos «normal». Esta discrepancia nos impide encajar dentro de los estándares socialmente aceptables y nos hace sentirnos separados del resto. Por último, tampoco debemos descartar el hecho de que algunas personas simplemente disfrutan su propia compañía más que compartirla con otros.
Resumiendo, Sigmund Freud veía la soledad como parte normal del desarrollo humano y creía que podríamos experimentarla por motivaciones tales como temor a las relaciones interpersonales, insatisfacción emocional y desacuerdo con lo socialmente aceptable. Además, algunas personas simplemente prefieren pasar tiempo consigo mismas en lugar de buscar compañía externa.